Ocupando un 28% de la corteza terrestre y por sus propiedades semiconductoras el silicio detona la producción de celdas solares desde 1950.
¿Alguna vez te has preguntado cuál es el origen de esta innovación tan increíble? ¿Quién es la persona que ha desarrollado las células solares? ¿Cómo inició esta increíble revolución energética?
El inventor estadounidense Russel Ohl, fue quien creo y patentó las primeras células solares de silicio en 1946; pero Gerald Pearson de laboratorios Bells, creo por accidente una célula fotovoltaica más eficiente mientras experimentaba en la electrónica. Gracias a lo anterior Daryl Chaplin y Calvin Fuller mejoraron estas células solares para uso más práctico.
En 1954 empieza la primera producción de paneles solares, en su mayoría para satélites espaciales; y en los años 1970, el primer uso general para el público fue en celdas para calculadoras, mismas que se siguen utilizando actualmente.
Las propiedades tanto físicas como químicas que ofrece el silicio favorecen el efecto fotovoltaico (convención de la luz en electricidad, a través de un medio). El medio empleado consiste en un material que absorbe los fotones de la luz, y posteriormente emite electrones y por lo tanto, energía eléctrica. Este elemento químico lo podemos encontrar en la naturaleza en grandes cantidades junto a otros metales y minerales, sin embargo, el proceso de purificación que se emplea para hacerlo más puro y útil dependerá del uso al cual se quiera destinar. Para la elaboración de celdas solares, la pureza que se obtiene se denomina: silicio de grado solar.
Existen tres estructuras de silicio empleadas en la elaboración de paneles: monocristalino, policristalino y amorfo, cada una de estas estructuras tiene un método de elaboración especifico, en donde destacan el acomodo y cantidad de cristales de silicio contenido en ellas. ¡Increíble! ¿Verdad?